es recordar sin rencor...es recordar un momento y no llorar...es recordar una fecha y no sentir dolor.
Te perdoné, tal vez no te olvide, siempre estarás ahí, pero ya no dueles, ya no causas reacción alguna en mi...te habías convertido en una fecha escrita en mi pared, te miraba constantemente, a veces dolías...pero un día conseguí pintura y desapareciste, del mismo modo en que mi corazón terminó por sanar y ya no eres más que una cicatriz, de esas que sólo recuerdas su origen cuando volteas al pasado, pero pasan desapercibidas y ya no pueden hacerte daño.
Fuiste parte de una mala racha...bajé la guardia y dejaste destrucción a tu paso, dejé que tu ausencia me convirtiera en mi peor enemiga...me decepcioné de mi misma, dejé de luchar y encendí el piloto automático, me escondía de la realidad que a veces me encontraba para torturarme y recordarme que la tormenta no había parado, que el cielo seguía siendo gris y todo seguía perdiendo color, que debía acostumbrarme a vivir así y pretender que valía la pena levantarse cada mañana, aún cuando no había razón para querer seguir.
Hasta que un buen día, la lluvia dejó de caer y todo el panorama cambió.
No tengo nada que reprocharte, no te guardo rencor...después de todo, tu recuerdo es sólo eso, desde hace mucho que no le lloro y ahora ya no duele.
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