Nunca digas nunca...

Y al final de cuentas volví a caer, ya había olvidado esa mirada tuya que me pone taaaaaan nerviosa, el olor de tu perfume, esos abrazos q me dejan sin habla, esa sensación que me dejan tus besos.
Había olvidado lo fácil que es hablar contigo durante horas, lo fácil que es desesperarme por tu culpa, lo fácil que es soñar contigo y lo difícil que es dormir por pensar en ti.
Y ahora estoy aquí sentada escribiendo esto con una sonrisa medio estúpida en mi rostro y esa sensación de mariposas en mi estomago.
La parte mas importante de esto es que me has enseñado una gran lección...nunca digas nunca...