...me enamoré una vez, creí que era la persona indicada, tal vez no para siempre, pero sí en ese momento...al final de cuentas resultó que no era así, no era lo que creí, no era lo que buscaba, no era lo que pedía, no era lo que en realidad necesitaba...de igual manera yo no era la persona indicada para él, sólo vio lo que quería ver, y cuando se dio cuenta de lo que yo era en realidad, vinieron los reclamos, y como suele pasar acepté la culpa..la cual no era completamente mía, pero cuando tienes buenos sentimientos la gente se aprovecha de eso, y te hacen sentir culpable de cosas que ni al caso...pero en ese momento no te das cuenta, porque eres inexperta, porque nunca te habías enamorado antes, porque estás acostumbrada a complacer antes de ser complacida, porque no dudas en decir lo que sientes, porque nunca antes te habían roto el corazón...
Y cuando esto sucede, todos esos sentimientos bonitos que tenías cambian de color, tu vida cambia a blanco y negro, lo que sientes se rehúsa a ser expresado, permaneces a la defensiva, te prometes no volver a sentir, evitas a toda costa el dolor...porque el dolor emocional es peor que el dolor físico, aprendes a vivir con él pero no lo reconoces y crees que todo está bien, de pronto te das cuenta de que, poco a poco, te has convertido en esa persona que odiabas, que has llegado a esos extremos a los que nunca te imaginaste llegar, que haces cosas con las que no te sientes completamente a gusto, dejas de crear vínculos con la gente que te rodea y que ahora cree que eres una persona insensible, agresiva, incluso grosera...
Al final de cuentas no es que te conviertas en una mala persona, porque en realidad todo lo bueno sigue ahí, simplemente tiene miedo de salir...y ser destrozado de nuevo...y obviamente nadie se da cuenta, porque así lo decidiste, decides dejar de ser parte de ellos, decidiste irte quedando sola, porque la soledad aparentemente es más segura, aunque siempre está la posibilidad de la autodestrucción...
Y así pasa el tiempo, sin que te des cuenta de que ahora te esclaviza el miedo, que te niegas oportunidades que nunca regresarán y que te vas hundiendo cada vez más...
De pronto, por un golpe de suerte, algo pasa...algo que puede parecer insignificante para alguien más, para ti es el detonante, descubres que no todo era culpa tuya, te das cuenta del daño que te estás haciendo, que te estás devaluando como persona, que no te estás respetando, que estás mendigando un poco de cariño, el cual al final de cuentas ni siquiera es real...y tomas decisiones, esperando que sean las correctas...
Es ahí donde emprendes un nuevo viaje, con una maleta llena de miedos de los que te quieres deshacer, con un puñado de ilusiones que esperas no se vayan al demonio otra vez...y así comienzas a darte oportunidades de nuevo, comienzas a decir lo que sientes aún con miedo, le das permiso a tu corazón de que vuelva a latir al ritmo de los latidos de alguien más, comienzas a dejarte llevar por el momento, aprendes de nuevo a ser feliz, vuelves a reconocer todas esas sensaciones que te habías negado por tanto tiempo...y te sientes mejor que nunca...
...y sí esa es básicamente la historia de como me volví a enamorar, me di cuenta que lo que necesitaba sí existía, que lo que pedía no era mucho, que esa persona que había construido en sueños era real...y comencé a querer sin esperar nada a cambio..y fue entonces donde recibí más de lo que imaginé...
...sobra decir que te quiero...no me gusta pensar en el futuro, sólo se que me encantaría que estuvieras ahí..conmigo...
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