sábado, agosto 25, 2012

70 y dos...

Y está dicho, está decidido y el plazo está por cumplirse.

A partir de entonces, no habrá tiempo que perder. Ya no esperaré nada ni a nadie. No habrá tiempo de voltear a ver quién tropezó, mucho menos de esperar a que decida levantarse y seguir.
Estaré sola en esto, como era el plan inicial, no hay tiempo para más desilusiones, no hay tiempo para esperar refuerzos durante una crisis, simplemente no hay tiempo de esperar nada de nadie.
Llegó el momento de ser egoísta otra vez y no sacrificar lo que quiero por nadie, porque aunque digan lo contrario, nadie lo haría por mi.

Re-ordenar prioridades, apagar sentimientos, recuperar la cordura.




























Duele...y dolerá...pero debo comenzar a acostumbrarme a la soledad.

martes, agosto 21, 2012

La chica con quien deberías salir.

Sal con la chica que lee. Sal con la chica que gaste su dinero en libros en lugar de ropa. La que tiene problemas de espacio en su closet porque tiene demasiados libros. Sal con la chica que tenga una lista de libros que quiere leer, quien tiene una credencial de la biblioteca desde que tenía doce. 
Encuentra una chica que lea. Sabrás que lo hace porque siempre tiene un libro por leer en su bolso. Es ella quien mira amorosamente sobre los estantes de la librería, quien llora en silencio cuando por fin encuentra el libro que quería. ¿Has visto a esa chica extraña oliendo las páginas de un viejo libro en alguna tienda de libros de segunda mano? Ella es lectora. No pueden resistir oler las páginas, especialmente cuando se han vuelto amarillas.
Es la chica que lee mientras espera en esa cafetería bajando la calle. Si echas un vistazo a su taza, la crema ya está flotando en la parte superior porque ella está absorta en la lectura. Perdida en el mundo que el autor ha hecho. Toma asiento. Ella podría lanzarte una mirada, como a la mayoría de las chicas que leen, no le gusta ser interrumpida. Pregúntale si le gusta el libro. 
Invítale otra taza de café. Hazle saber lo que realmente piensas de Murakami. Averigua si ya pasó por el primer capítulo de "Fellowship". Toma en cuenta que si dice que entiende "Ulises" de James Joyce, lo dice para sonar inteligente. Pregúntale si le encanta "Alicia", o si le gustaría ser Alicia.
Es sencillo salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, en Navidad o en aniversarios. Dale el regalo de las palabras, en poesía, en canción. Regálale a Neruda, Pound, Sexton, Cummings. Hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Entiende que conoce la diferencia entre los libros y la realidad, pero por dios, ella intentará hacer su vida un poco como su libro favorito. Nunca será tu culpa si lo hace. 
Tiene que darle una oportunidad de alguna manera. 
Miéntele. Si ella entiende sintaxis, entenderá tu necesidad de mentir. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo. No será el fin del mundo.
Fállale. Porque una chica que lee sabe que el fracaso siempre lleva al clímax. Porque entiende que todas las cosas vendrán al final. Que siempre puedes escribir una secuela. Que puedes comenzar una y otra vez y seguir siendo el héroe. Que la vida está destinada a tener un villano o dos.
¿Por qué tener miedo de todo lo que no eres? Las chicas que leen entienden que las personas, al igual que los personajes, evolucionan. Excepto en la saga de Crepúsculo.
Si encuentras a una chica que lee, mantenla cerca. Cuando la encuentres despierta a las 2 a.m. sosteniendo un libro contra su pecho y llorando, prepárale una taza de té y abrázala. Puedes perderla por un par de horas, pero siempre volverá a ti. Hablará como si los personajes del libro fueran reales, porque durante un tiempo, siempre lo son. 
Le propondrás matrimonio en un globo aerostático, o durante un concierto de rock, o muy casualmente la próxima vez que esté enferma...por Skype.
Sonreirás con tanta fuerza que te preguntarás por qué no te has desangrado por el pecho porque tu corazón estalló. Escribirás la historia de sus vidas, tendrán hijos con nombres raros y aún más raros gustos. Ella va a aventurar a sus hijos en el mundo de "El gato del sombrero" y "Aslan", tal vez en el mismo día. Recorrerán juntos los inviernos de su vejez y ella le recitará "Keats" en voz baja mientras sacudes la nieve de tus botas.
Sal con una chica que lee, porque lo mereces. Mereces una chica que pueda darte la vida más llena de color que puedas imaginar. 
Si solamente puedes darle monotonía, horas rancias y propuestas a medias, entonces estarás mejor solo. Si quieres conocer el mundo y los mundos más allá de él, sal con una chica que lee.

O mejor aún, sal con una chica que escriba. 

– Rosemarie Urquico –

















sábado, agosto 18, 2012

Siete.Cero

Estoy aquí, cada vez más cerca de la puerta de escape, y me emociono, me entusiasmo, sonrío, y me acerco a ser libre, me acerco a ser feliz...

Y tengo miedo, miedo a fracasar, me aterra que todo falle, que todo salga mal.

Pensar demasiado, aún no aprendo a dejar de hacerlo, y siempre me deja sentimientos encontrados, o perdidos.

Curioso que la persona que no me deja ser completamente feliz, aunque sea por poco tiempo, tiempo viva dentro de mi desde siempre.

Y hoy estoy aquí, sentada en el último tramo del camino, bajo una nube de dudas, rodeada de esa neblina que deja el miedo, la tristeza, la soledad y la decepción...
























Y a pesar de todo, ya no puedo esperar, funcione o no será lo mejor para mi, y de algún modo saldré de ello, sola si es necesario, después de todo seré libre de hacer las cosas a mi manera...al fin.