viernes, septiembre 26, 2014

Good bye to us...and you...and me.



Me enseñaste lo que el amor no debe ser. 

Cada una de tus palabras era maleable, y cada palabra que no dijiste se llevó mis esperanzas en la búsqueda incesante de lo que podría ser. Mi determinación pudo haberte confundido, y estoy casi segura que nunca entendiste por qué la idea de nosotros dejó de valer más que mi orgullo y dignidad. 

Me perdí en la idea de nosotros; para luego perder la idea de nosotros, frustrada por mis propias ilusiones de destino y fe. Te hice mejor, mientras me derribaste. Nunca creíste que fuera suficiente para ti. Construí mi corazón a tu alrededor, mientras que nunca pude encontrar espacio para mí en la telaraña de tus ideas. 

La mera visión de ti, podía provocar un anhelo ilógico que tardaría meses en silenciarse. Cada gesto de cariño fue distorsionado por mi corazón, torcido hasta que encajó en el marco de nuestra historia. Nuestros corazones hablaban entre sí, pero a veces tan sólo podía traducirse en algo insensato. Tomó esfuerzo y creaba angustia, pero para mi cada palabra valía. 

Me llevó años darme cuenta de nuestra historia era ficción, e incluso en la historia había fabricado un final infeliz para los dos...para nosotros. Apoyada en mis rodillas recogí mis pedazos rotos, mezclados con las páginas arrancadas de nosotros. Tal vez la historia no tomó el curso que yo esperaba y debió pronto llegar a su fin. 

Lo cierto es que tal vez nunca estuvimos destinados a estar juntos, y en un cruel giro del destino, pronto dejamos de ser tú y yo. 

Ahora me dedico a desechar los días fugaces de intercambios cálidos y "te veo algún día", y me adapto a la idea de que tuve que decirte adiós... Debo decirte adiós a ti y a lo que pensaba que era yo.





































Y luego de este viaje al pasado sólo me queda darte las gracias por haberte ido, me queda agradecerte la experiencia y las lecciones aprendidas. Gracias por liberarme...de ti.