Anoche abracé tu recuerdo...

...me aferré a él como me he aferrado a esos sueños que quiero compartir contigo.
Esos sueños por los que decidí tomar el camino largo, ese que está lleno de incertidumbre, ese camino que me exige toda la paciencia que he perdido, sé que será difícil como todo hasta ahora; pero es, si no lo correcto, sí lo más conveniente.
Y viviendo con mi depresión entendí, que he crecido, que he encontrado la verdadera razón por la que no me rindo...encontré ese punto en que no necesitas tener mucho para ser feliz, para llegar a esa felicidad que no se basa en lo que tienes o en lo que puedes comprar, esa felicidad que da el despertar y encontrar que te acompaña alguien que ama lo que eres y no lo que tienes, esa felicidad instantánea que se obtiene de una mirada, un beso y un abrazo...esa felicidad que no puedes simplemente salir a comprar.
Y si tengo que vivir un par de años más en el infierno, lo haré...porque al final, sé que ganaré un lugar en el paraíso...nuestro paraíso.

Una entrada más...

...que no será publicada.



Perdón.